José María Zonta Arias

José María es un escritor total. Si algo puede convertirse en poema, en palabras, en párrafos, él lo consigue.

En vez de hablar de sus libros, viajes, premios literarios y títulos académicos, diremos que José María ama el jazz, la madrugada, el vino y el sushi.

Que habla con un bonsái, que los fantasmas que lo visitan son amarillos y que repara en los más simples movimientos. De ahí aprende que lo inmóvil tiene otras velocidades, solo que distintas.

Él prefiere un amor imposible vivo, a un amor posible muerto.

Él vive siempre en una frontera, no la cruza ni se devuelve. Simplemente se queda mirando las caravanas.

Algún día se irá con ellas.

Poema

Turista

No entrar como turista en el corazón de una mujer,
haciendo fotos,
dejando latas de cerveza,
buscando sólo catedrales inmensas
y estatuas transparentes.

Con la mochila llena de mapas
y haciendo comidas rápidas,
porque hay un país
siete ciudades
una cordillera y un invierno
en el corazón de una mujer,
no bebas solo un vaso de mar allí,
no entres en avión,
toma el tren de la media luna,
no reveles allí tus fotos en una hora.

Si no hace demasiado frío
entra desnudo,
no lleves paraguas
y sobre todo no tales árboles
en el corazón de una mujer,
no acostumbran volver a crecer.